Qué herramientas necesitamos para restaurar

lana de acero

En restauración los pasos automáticos a seguir son siempre los mismos, el decapado, tratamiento antixilófagos, ebanistería, emplastecido, lijado basto y fino, tintado, tapar poro con fondos, lijado fino, los diferentes tipos de acabado (a la cera, muñequilla, pistola) pero una de las cosas más elementales también en la restauración son las herramientas y su uso así como conocer los productos que utilizaremos.

HERRAMIENTAS
Esta es una lista que incluye lo imprescindible para ejercer la restauración, como en todas las aficiones se puede aumentar el número de herramientas y su dificultad a medida de nuestros conocimientos.
SERRUCHO DE COSTILLA: Esta sierra es de uso general, tiene un grueso refuerzo metálico para cortar chapas y para cortes transversales.

SIERRA DE CORTE AL HILO: Es la más grande de las sierras de mano, tiene dientes bastos en forma de cincel, se emplea pra cortar en el sentido de la veta.

ESCUADRA: Para precisar los ángulos.

METRO O REGLA: Para realizar mediciones.

CEPILLOS DE BANCO: Sirven para alisar y escuadrar la madera con precisión, hay varios tipos diferentes, con tener el modelo universal es suficiente.

ESPÁTULA: Para limpiar restos de decapante y barniz.

ESCOFINAS: Son unas limas de gruesos dientes triangulares que se emplean para debastar la madera, hay modelos planos, semicurvos y curvos.

CUCHILLA: Para limpiar restos de cola y asperezas.

FORMONES: Para terminar superficies y cortar en fino.

GUBIAS: Para debastar al torno, molduras, etc.

MARTILLO: Usar uno de tamaño mediano que nos servirá para varios trabajos.

TENAZAS: Para extraer clavos y cortarlos.

GATOS: También llamados mordazas, cárceles o sargentos. Es muy necesario para sujetar piezas encoladas.

BERBIQUÍ O TALADRO: El berbiquí es un taladro que nos servirá para agujerear. Si utilizamos el taladro conviene tener un juego completo, las brocas para madera acostumbran a llevar un pico saliente en la punta.

DESTORNILLADORES

CLAVOS Y TORNILLOS: Conviene tenerlos de varios tamaños y grosores.

PUNZÓN: Para agujerear las superficiés nos facilitará poner luego los tornillos o clavos.

LIJAS: Son esenciales de 80, 100, 120, 180 y 220. Se denominan también abrasivos. Cada una tiene su misión en la madera.

LANA DE ACERO: De color plateado, de aspecto al estropajo sirve para frotar y limpiar. Nos conviene tener una áspera y otra suave.


MADERAS: Nos conviene tener trozos de chapas, tacos listones sobre todo nos irán bien a la hora de encolar piezas.


PRODUCTOS

AMONÍACO: En estado puro sólo se vende en tiendas especializadas, es mejor usarlo puro ya que su acción es más eficas, siempre se tiene que utilizar guantes de goma, nunca olfatearlo y no debe tocar la piel. Las primeras veces deberán usarse mascarillas hasta acostumbrarse. Se usa para la limpieza del mueble después del decapado. Si no tenemos amoníaco puro también puede utilizarse el doméstico.

Tratamiento antixilófagos

Debido al problema tan importante que es la carcoma, conviene tratarla adecuadamente y a fondo, para ello necesitamos sobre todo un buen producto. Si el mueble ya está barnizado es inútil que impregnemos sobre estas partes, ya que el barniz será una barrera y lo podríamos dañar, en estos caso empaparemos los interiores y las partes más escondidas. La carcoma nace donde el ojo no la ve y se escapa por las partes acabadas.

Es importante usar productos anticarcoma de profesional, ya que el que se ofrece al público en general es eficas sólo en parte, el animal es muerto en ese momento, pero cuando aparece otro nuevo insecto la madera no está protegida.

El producto más profesional impermeabiliza la madera durante varios años y mata a los xilófagos.

La forma de usarse es mediante una brocha bien mojada, es bueno que el líquido se acumule y se introduzca en gran cantidad, no dejar espacios secos de mas de 10cm a ser posible repetir una vez más el proceso.

Los orificios que se encuentre en zonas barnizadas debemos introducirles el líquido con una jeringuilla y con un trapo secar inmediatamente lo que se derrame.

Utilizar siempre guantes ya que estos productos producen granos en la cara aunque suelen desaparecer pronto.

El decapado

El decapado consiste en eliminar los restos de barnices, pinturas, ceras, etc. Puede hacerse por medios mecánicos: cuchillas de ebanista, rasquetas, formones, lijas.

También podemos utilizar una pistola (tipo secador) con aire caliente, pero el método más eficaz es utilizar un líquido decapante.

En el mercado existen diferentes marcas, incluso algunas están más indicadas para eliminar barnices y otras para pinturas o ceras, su apariencia es en forma de gel de tono transparente aunque también hay decapantes líquidos.

Se aplica extendiendo una capa abundante en toda la superfície a decapar conviene no dejar ninguna parte sin cubrir ya que de lo contrario quedarían restos de barnices y pinturas que a la hora del aclarado no marcharían y tendríamos que decapar de nuevo. Se impregna toda la superfície abundantemente sin olvidar de usar siempre guantes, gafas y mascarilla ya que son productos nocivos, contienen cloruro de metileno y metanol y al roce con la piel producen picor y una especie de quemazón.

Según la cantidad de barniz, pintura, cera que tengamos que eliminar tendremos que esperar entre 5 y 15 minutos en este espacio de tiempo conviene remover con la brocha las partes más secas con el fin de hacer penetrar más el decapante.

Podemos aprovechar para preparar un recipiente en el cual verteremos 3 partes de agua y 1 de amoníaco puro 100%, sino fuera puro puede utilizarse el amoníaco doméstico. El amoníaco puro se suele vender en los comercios especializados. Cundo trabajemos con amoníaco puro no debemos respirar directamente del envase y debemos utilizar mascarilla.

Para retirar el decapante con los restos de suciedad cogeremos una espátula de tamaño adecuado y rascaremos cuidadosamente toda la superfície eliminando los restos de suciedad.

Si el mueble tiene piezas torneadas, patas, columnas, etc. es mejor limpiarlas directamente con amoníaco. Seguidamente limpiaremos y frotaremos con lana de acero mojada en amoníaco por toda la superfície a limpia. Según sea la superfície elegiremos lana de acero fina o basta.

A veces hay muebles que a la hora de restaurarlos solamente presentan una capa de barniz, es decir que a lo largo de su vida nunca se les ha dado ninguna capa más, en éste caso a veces no es necesario utilizar las espátulas y con la lana de acero podemos eliminarlo.

Cuando tengamos la suferfície sin restos de barniz, pintura, etc. sin dejar secarla aclararemos con agua y un trapo después lo secaremos con un trapo limpio y seco.

Si el mueble está chapado o tiene partes con marquetería hay que tener mucho cuidado pues el exceso de humedad puede levantar el chapado, para este tipo de mueble es mejor después de haber sacado con la ayuda de una espátula los restos de pintura o barniz frotar y enjuagar con lana de acero y disolvente.

Para los rincones es conveniente usar formones viejos o destornilladores que arrastren los restos de suciedad y es mejor hacerlo cuando el mueble aún está húmedo.

Inicio de la restauración

Para empezar a restaurar se debe hacer una valoración del trabajo a realizar. Lo primero será comprobar su estructura: patas desencoladas, chapas levantadas, falta de piezas.

Si los arreglos que se quieren hacer superan un cambio en el mueble de más de un 30%, es decir, ponerle patas nuevas en vez de las originales, un cajón nuevo, etc. el valor por su antigüedad será mucho más reducido, los anticuarios y comisiones de expertos rechazan un mueble con muchas reparaciones.

Se debe diagnosticar el mueble y saber exactamente lo que hay que hacerle como por ejemplo si es inevitable poner una pieza nueva, intentar que sea del mism tipo que la original, si el mueble por su riqueza de ebanistería, por su época requiriese un acabado antiguo (muñequilla) se debería terminar así y no darle un acabado rústico (cera) o moderno (laca sintética),

Si el trabajo se nos presenta complicado es mejor coger práctica con trabajos más sencillos, acostumbrarnos al manejo de las herramientas, de los barnices, etc.

El primer paso a seguir es la limpieza del mueble o decapado. Pero primero de todo deberíamos familiarizarnos con los útiles y materiales a usar y los líquidos que precisemos.